Como la
nerd que soy (dice mi esposo), siempre que comienzo a leer un libro tengo a la
mano distintas plumas de colores, marcatextos, banderitas, post-its y más. Pero
esta vez, la misma Laura en la segunda página me marcó la pauta:
[…] insisto en intentar una lectura más emocional, esperando que nos resuene en el infinito. Captar el contenido sensorial, imaginativo o perceptivo en lugar de aprender o evaluar los conceptos linealmente, tiene que ver con dejar abiertas las puertas sutiles, y con estar atentas a las que vibran con especial candor, las que no nos sirven, permitamos que continúen su camino sin distraernos. (Gutman, 2007, p.18)
Así que
voy leyendo, muy muy despacito. El capítulo de Una
emoción para dos cuerpos me ha
removido mucho, así que antes de continuar con el siguiente quiero asimilarlo
un poco mejor. Espero pronto escribir otro post compartiendo más a fondo mis aprendizajes.
Aquí
está la referencia del libro:
Gutman, L. (2007). La
maternidad y el encuentro con la propia sombra. México: Ed. Oceáno.
2 comentarios:
Imagino que ha de ser de esos libros que hay que Asimilar y degustar de a pocos, je. Disfrútalo.
Saludos.
Así es Pame, al menos para mí va siendo de a poquito que sino me empacho, jajaja
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